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Los eventos del 2020 aceleraron un proceso que paulatinamente se venía dando en el mundo académico y en especial en el área de investigación: la Tecnologización; pero adicional a lo anterior, la pandemia y sus secuelas han orientado (o tal vez deberíamos decir devuelto) la investigación  hacia el ser humano como centro y pivote de la misma. Estas tendencias se consolidan en el 2021.

Analicemos más de cerca estas dos macro-tendencias.

La primera, Tecnologización de la investigación, vale decir, aplicar la tecnología o métodos tecnológicos (Real Academia Española, 2020);  a su vez, está representada por varias tendencias en este 2021: 

-         Teletrabajo.

-         Incorporación a las redes sociales del trabajo académico.

-         Conexión remota de equipos de investigación.

-         Recolección de datos en línea.

- El teletrabajo,conocido también como trabajo a distancia o remoto, donde quien presta un servicio, puede estar muy distante de quien lo recibe. Pero más allá,“...implica un cambio radical en la forma en que se desarrollan las relaciones profesionales y se organiza el flujo de la producción a nivel mundial... da acceso a un mundo global, multicultural y sin fronteras... donde ya no importa en qué lugar estás geográficamente, sino con quien nos conectamos y qué talentos y capacidades podemos ofrecer” (Barbosa, 2013:7).

Este teletrabajo en el ámbito de la investigación, se da de varias formas: asistencia a congresos para presentar resultados de investigaciones; dar cursos sobre los nuevos hallazgos de las investigaciones, asesorar estudiantes que realizan trabajos de investigación en otras latitudes. En este sentido, el académico descubrió que no tiene que viajar para participar en congresos, seminarios o simposios, al igual que las universidades dieron el paso de realizar eventos virtuales.

Dada la continuidad de la pandemia y la disminución de costos que para universidades e investigadores significa un congreso virtual, esta tendencia va a continuar en los años siguientes. No desaparecerá el evento presencial, pero será básicamente para los individuos que estén en la misma ciudad, y se enriquecerá con la presencia de investigadores que anteriormente no tenían posibilidad de asistir. 

Los cursos y las asesorías a estudiantes distantes, es otra realidad que se incorpora al nuevo escenario. Muchos estudiantes podrán beneficiarse del conocimiento de investigadores de trayectoria a cuyos cursos no habrían podido asistir, o que previamente no habrían podido contratar. Por su parte, el investigador verá más valorado su trabajo y conocimiento.

-La utilización de las redes académicas todavía no está generalizada entre los investigadores de América Latina; sin embargo, en otros espacios, su uso está siendo mayor en la medida en que el propio sistema empuja a los investigadores a su incorporación; tal es el caso de las exigencias de las revistas científicas y los índices especializados, como vía para potenciar la visibilidad del contenido y por ende del investigador. Campos Freire et al. (2014) refieren como principales redes sociales académicas a ResearchGate, Academia y Mendeley; sin embargo, señalan Artigas y Casanova (2020), que en latinoamérica Mendeley no es preponderante y en su lugar destaca la red de Autores Redalyc. Adicionalmente, muchas revistas latinoamericanas exigen como requisito los registros de Orcid y Google Scholar.

Ahora bien, para este 2021 y años subsiguientes, se perfila la utilización de redes sociales como Linkedin, Instagram, Twitter o Facebook para visibilizar el trabajo académico. El investigador en pandemia, pudo percibir el potencial que estos medios ofrecen para mostrarse y mostrar su trabajo, y los está empezando a usar. En suma, la tendencia es hacia el uso masivo de redes para visibilizar los esfuerzos académicos, ante la dificultad de hacerlo por canales institucionales; quienes no se incorporen a esta tendencia quedarán progresivamente, o tal vez de inmediato, fuera del radar mundial en cuanto a su visibilidad. 

La competencia en los espacios de las redes sociales es cada vez mayor, y quien se adelante a mostrar de manera acertada su perfil y resultados del trabajo académico tendrá mayores posibilidades en el mercado internacional.  

- La conexión remota de equipos de investigación. El trabajo desde casa (teletrabajo), como resultado directo de la pandemia, llevó a la desagregación de los integrantes de equipos de investigación que habitualmente se congregaban en los espacios académicos. De hecho, hubo un tiempo de silencio entre los integrantes de los equipos, mientras buscaban la forma de reiniciar el trabajo y adaptarse a las nuevas condiciones, limitándose el trabajo investigativo a una actividad individual.

Sin embargo, ya en el 2021, los equipos de trabajo han entendido que pueden continuar desarrollando sus investigaciones con reuniones a través de aplicaciones como Zoom, Meet, WhatsApp  u otras plataformas para realizar encuentros virtuales. Incluso, el trabajo y la actualización de documentos compartidos es inmediata a través de herramientas como google doc.

De acuerdo con la página del Observatorio Laboral (S/F), el uso de aplicaciones de mensajería instantánea como WhatsApp, redimensiona las formas de interacción entre los integrantes de las organizaciones, mejorando la comunicación al agilizar y generar cercanía entre los empleados. Agrega, que es una herramienta efectiva para la coordinación de equipos de trabajo, manteniéndolos al día a través de una comunicación que deja registro fácil de localizar, no solo en texto sino también en archivos adjuntos.

Por otra parte, las plataformas como Zoom y Meet, ofrecen espacios de interacción, en algunos casos gratis y en otros de bajo costo. En todas las opciones, la formación para implementar su uso es básica o de autoaprendizaje, y facilitan comunicaciones transparentes y rápidas para los equipos de investigación. Señala Jáuregui (2020),  que nos encontramos frente a una realidad radicalmente nueva, el mundo iniciado por Gutemberg, el papel ha caído en desuso; las informaciones se hacen a través de videoconferencias en variedad de plataformas y aplicaciones de Internet. Webinar es ya un término no sólo imprescindible en el argot de investigación, sino usado a diario.

En esta tendencia, los participantes se inclinan a compartir el liderazgo y se apoyan mutuamente gestionando las emociones y angustias derivadas del entorno dinámico e incierto en el que están operando sus actividades. En este sentido, la propensión 2021 es a fortalecer los equipos de investigación, incluso incorporando investigadores que por razones de distancia se habían desarticulado, o investigadores de otros países, cuya distancia física hacía impráctica la colaboración. 

-En cuanto a la recolección de datos en línea, la competencia para manejar información (CMI), es una competencia en desarrollo, con múltiples herramientas que todo investigador comienza a utilizar para extraer de la web el máximo de datos e información.  Adicionalmente, dada la dificultad para trasladarse a hacer entrevistas o encuestas, las herramientas online vienen en auxilio del investigador para apoyarlo en su labor, así instrumentos como Google Forms, Typeform, Formdesk o JotForm tienen excelentes versiones gratuitas que nos permiten llegar a nuestro entrevistado o encuestado de manera fácil.  

Precisan Orellana López y Sánchez Gómez (2006), que hemos pasado de la recolección de datos tradicional (bibliotecas, intercambios cara a cara, documentos escritos, visuales, auditivos, objetos), mediante las bases de datos off-line como fuentes de información primaria a una recolección de datos apalancada en las nuevas tecnologías, cuyo centro son las bases de datos on-line, los enlaces a compilaciones, las discusiones e intervenciones mediante ordenador, las bibliotecas digitales, los textos digitalizados, sistemas multi-media, entrevistas por Internet, videograbaciones y simulaciones, entre otras herramientas. 

La segunda macro-tendencia, la investigación hacia el ser humano como centro y pivote de la misma: En las últimas décadas, la investigación en prácticamente cualquier área se ha basado en el mejoramiento tecnológico, bien sea en educación, salud, gerencia e incluso problemas sociales, son vistos desde una orientación a la solución tecnológica. Cada investigación puede perseguir mejorar la calidad de vida de la humanidad, pero no pensado desde una visión integral, holística, sino desde una visión técnica y material: cómo proveer más cosas. 

Los eventos del 2020 representaron un freno y una reflexión. La pandemia COVID-19 y sus efectos en el mundo, ha hecho que tanto las personas como las organizaciones, en última instancia,  al menos aquellas que quieren permanecer vigentes, modifiquen sus esquemas. En ese sentido, se observa en el entorno laboral una mirada renovada sobre el ser humano, que implica, entre otros aspectos: mayor enfoque en la diversidad e inclusión, que deja a un lado la visión monolítica dando paso a una multicultural. 

El cuidado de la salud se dispara y se observa un cambio de enfoque hacia la prevención así como en la salud mental y bienestar de los colaboradores; mejoras en la experiencia de los colaboradores (employee experience), lo que conlleva a comprender qué motiva la productividad, reconocer y permitir diversas versiones de la flexibilidad laboral y personal, reinventar los procesos de trabajo tradicionales.

En ese sentido, en el ámbito de las organizaciones académicas,  el 2021 se presenta con la necesidad de una investigación más transdisciplinaria, donde las necesidades humanas estén en el centro de la investigación. Al revisar las tendencias de reconocidas organizaciones mundiales de investigación nos encontramos (además de aquellas relacionadas con el virus covid-19) por ejemplo, a la facultad de medicina de Harvard estudiando el racismo en medicina o el manejo de estrés del estudiante universitario; a la escuela de negocios de Harvard, orientadas a las startup, al ejercicio como hábito de vida y a los pequeños cambios organizacionales que pueden revitalizar una firma. 

En otras palabras, vemos investigaciones que tratan un tema de negocios o médico, desde la perspectiva del individuo y no desde la perspectiva médica o de negocios exclusivamente. Asistimos a una doble transición, en primer término, hacia la inter y transdisciplinariedad de manera casi que insensible, suave, simplemente porque los eventos llevaron a esa necesidad holística. 

Por otro lado, de una investigación que nació como apoyo a la educación y a la ciencia, a una investigación que se desarrolla como apoyo a la sociedad como un todo y eso la hace más sostenible. En ese sentido, esta pequeña síntesis de tendencias en investigación 2021, nos lleva a pensar que la investigación se está moviendo hacia derroteros más flexibles y empáticos, lo que la hace más sólida y sustentable en el tiempo. 

Referencias Bibliográficas

Artigas, W. y Casanova, I. (2020) Influencia de las redes sociales académicas en la construcción de la identidad digital latinoamericana. Anales de Documentación, 23 (2). http://dx.doi.org/10.6018/analesdoc.397551.

Barbosa, V. (2013). Teletrabajo, Liderar y Trabajar en Equipos a distancia. Editorial Dunken. Disponible en: https://rb.gy/x3orbt

Campos Freire, F.; Rivera Rogel, D. y Rodríguez Hidalgo, C. (2014) La presencia e impacto de las universidades de los países andinos en las redes sociales digitales. Revista Latina de Comunicación Social, 69, 571-592. https://doi.org/10.4185/RLCS-2014-1025.

Jáuregui, F. (2020). La ruptura: La revolución en marcha que no supimos ver. Disponible en: https://rb.gy/1r4ujq 

Observatorio Laboral (s/f). WhatsApp en tu centro de trabajo, entre lo práctico y lo correcto. Disponible en: https://www.observatoriolaboral.gob.mx/static/preparate-empleo/Articulo_whatsapp_trabajo.html 

Orellana López, D. M., y Sánchez Gómez, M. C. (2006). Técnicas de recolección de datos en entornos virtuales más usadas en la investigación cualitativa. Revista De Investigación Educativa, 24 (1), 205-222. Disponible en: https://revistas.um.es/rie/article/view/97661 

Real Academia Española (2020). Tecnologizar. Disponible en: https://dle.rae.es/tecnologizar