Blog

June 15, 2020

Wileidys Artigas

Autoría Regalada y Autoría Fantasma: Revelando malas prácticas en autoría de documentos científicos

Al hablar de ética en investigación se encuentran muchas aristas a las que hacer referencia, una de ellas tiene que ver con la autoría, las decisiones que se toman al respecto del orden en que serán dispuestos los nombres de los autores y los elementos a tomar en cuenta para que alguien sea considerado autor de un artículo, ponencia o documento científico.

Muchas asociaciones han dado su parecer al respecto, ofreciendo a las revistas e instituciones algunos elementos a solicitar para corroborar la autoría de los documentos; algunas, incluso han señalado las característicasque debe tener una persona para ser considerado autor. Es por ello, que algunas revistas optan por anexar un formato de declaración de contribución de autores para solicitar información sobre la forma en la cual cada autor ha participadoen la elaboración del trabajo.

Al respecto se han popularizado dos términos en particular: Autoría Regalada (Gift Autorship) y Autoría Fantasma (Gost Autorship)[1]. La primera de ellas refiere a la práctica de incluir autores que no han participado en la elaboración del documento, pero de los cuales es posible obtener algún tipo de beneficio: bien por ser un autor reconocido que será aceptado en alguna revista, un investigador que promete reciprocidad para futuros trabajos de investigación, o el interés de “colaborar” al aumento de la productividad por la existencia de nexos familiares o de amistad, entre otros. Por lo general, el autor a quien se le otorga un espacio como consecuencia de esta práctica posee una jerarquía elevada en la organización o en el equipo de trabajo; por lo que las revistas han optado por añadir un apartado de agradecimientos para incluir a aquellos que han aportado al área de conocimiento o han donado recursos, entre otras cosas; que, aunque pueden ser reconocidos por su labor, no cumplen el criterio para ser autores.

La segunda generalmente envuelve personas de bajo nivel jerárquico como estudiantes de postgrado, becarios postdoctorales, investigadores visitantes o quizás asistentes de investigación que realizan labores que podrían ser consideradas de autoría al sistematizar los resultados, recolectar y clasificar información, entre otras tareas; pero que no son incluidos en el trabajo por considerarlo una labor menor.

De cualquier forma, ambas acciones carecen de ética, ya que la primera agrega personas que no han colaborado en la elaboración del documento, mientras que la segunda deja de nombrar personas que sí han hecho contribuciones para la realización del documento pero que son ignoradas por estar en bajo nivel de jerarquía o no tener la suficiente autoridad.

Se pueden sumar a esto, además las falsas creencias de que el haber participado o figurado como asesor de un trabajo de grado o maestría es mérito suficiente para pertenecer al listado de autores de artículos o ponencias derivadas de dicho trabajo; pero esto es tema de otro blog. ¡Recordemos que a través de nuestras acciones éticas en investigación estamos educando a la generación de relevo que aprende de nosotros!


[1] Gollogly,L; Momen, H. (2006). Ethical dilemmas in scientific publication: pitfalls and solutions for editors. Rev. Saúde Publica, 40 (num. Esp), 24-29. https://www.scielo.br/pdf/rsp/v40nspe/30618.pdf

Artículos Relacionados

Suscribete para recibir los próximos artículos GRATIS en tu email

Thank you! Your submission has been received!
Oops! Something went wrong while submitting the form.